Espacios Naturales
Como espacios naturales y de interés turístico cabe destacar todo el entorno del Santuario de la Virgen de la Vega, la ribera del río, los tesos (Villagonta, Divisina, la Carva…), así como la zona de las bodegas, lugar visitado de forma habitual por los vecinos de la localidad.
Cimanes de la Vega, también cuenta con instalaciones deportivas, con Piscina Municipal, Pista Polideportiva de usos múltiples y campo de fútbol.
Al estar enclavado en la Vega del Esla, la riqueza natural del municipio es enorme ya que condensa, en muy poco espacio, ecosistemas tan diversos como los de los frondosos bosques de la ribera del río, las fértiles tierras de cultivo de la vega y los secanos de los tesos.
En la ribera del río se encuentran plantíos destinados a la explotación maderera y bosques. Hay multitud de ecosistemas acuáticos debido a los regueros, lagos y charcos que la circundan. Es habitual la pesca barbos y lucios. Se encuentran también algunas especies de bivalvos y decápodos.
Las tierras de cultivo de la Vega son irrigadas por un sistema tradicional de acequias que convierten a la zona en una de las más productivas de la provincia. Los desagües trazan una densa red de ecosistemas fluviales que son el hábitat de diversas especies de aves, peces y cangrejos. Los cultivos predominantes son el maíz, la remolacha, forrajes y otros cereales. Cada familia suele tener huertos que proveen de hortalizas siempre frescas. En los pueblos conviven multitud de especies urbanas. Destaca la presencia de palomas. Es tradicional su aprovechamiento gastronómico. Prueba de ello es la multitud de palomares que se encuentran, en diferente estado de conservación, cerca de los pueblos.
En los tesos se cultivan las especies de secano. La fauna y flora son completamente distintas a los otros biotopos. Se pueden encontrar algunos restos de la vegetación endémica de la provincia, como las encinas, o sus etapas de sustitución (zarzas). Se suelen recoger plantas aromáticas, como el tomillo, de interés gastronómico, como las setas de cardo, o medicinales, como la manzanilla. Esta riqueza floral hace que los enjambres allí situados produzcan una miel finísima, muy clara y con un paladar exquisito. Sin duda alguna, el animal más importante que se puede encontrar en esta zona es la avutarda: el ave voladora más grande del mundo y que está en gravísimo peligro de extinción. Se conservan comunidades de avutardas que “pastan” por los rastrojos. No es infrecuente verlas en época estival mientras se realizan las labores del campo. Al ser una especie esquiva no es posible acercarse demasiado a sus grupos sin asustarlas por eso es conveniente ir provisto de prismáticos para su observación ¡Merece la pena!